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Vitamina C y el sol: ¿puede suponer un peligro?

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Siempre que pensamos en este activo tan popular, se nos vienen dos pensamientos directamente a la cabeza: por un lado, la gran luminosidad que aporta y por otro lado, su supuesta incompatibilidad con los rayos del sol.

De esta afirmación, lo único cierto es que se trata de un potente antioxidante con el que lograremos mejorar definitivamente el tono de la piel, pero, en lo que respecta a su uso y la exposición solar tenemos muy buenas noticias, porque en este post vamos a desmontar muchos de los mitos acerca de la Vitamina C y el sol.

Muchas/os sabemos de sobra la importancia que contiene este nutriente, siendo muy necesario para favorecer la estimulación del sistema inmunológico.

Nuestro organismo requiere entre 70 y 90 mg. de esta vitamina al día, pero, sus beneficios van mucho más allá de lo interno.

Se trata de uno de los ingredientes más beneficiosos para nuestra tez, siendo una de las vitaminas antiedad mejor valoradas y con eficacia más que demostrada, que forma parte de efectivas cremas ricas en este antioxidante.

Se trata de un gran antioxidante, por lo que conseguiremos que nos ayude a protegernos de los daños ocasionados por agentes externos, así como radicales libres como de los daños de los rayos UV.

Además, se trata de un nutriente esencial para producir elastina y colágeno, que puedes combinarlo con otros activos como el Ácido Hialurónico, así que utilizar este antioxidante será una buena idea.

Sobre cómo utilizarlo tanto a diario, como en los meses en los que el sol aprieta un poco más de lo habitual, te damos más detalles enseguida.

La Vitamina C y el sol… ¡son compatibles!

Vitamina C y sol uso

Y es que… aunque durante mucho tiempo hayamos creído que se trata de un activo fotosensible, la buenísima noticia es que no es incompatible con el sol.

El hecho de hablar de ella como ingrediente fotosensible deriva del uso de sueros y cremas que contienen un pH ácido en su formulación, para que ésta sea estable.

Es precisamente esa acidez (alrededor del 3,5) la que realiza un suave efecto exfoliante en la piel, haciendo totalmente incompatible su uso con el rey del sistema solar.

Si se formula con un pH similar al de nuestros tejidos, es decir, un 4,7 podremos usarla ni problema y no contará con efecto peeling.

Dicho esto, podemos afirmar que no provoca sensibilidad, ya que realmente es todo lo contrario, se trata de un antioxidante con el que mejoraremos el daño que los radicales libres causan en nuestra tez, por distintos factores ambientales como la luz, la contaminación o el tabaco, por ejemplo.

De hecho, puede resultar muy efectiva para unificar el tono del rostro, ya que es capaz de reducir los niveles de melanina en la piel, actuando de una forma preventiva y de igual modo, como corrector, una vez que las manchas han florecido en nuestra tez.

De hecho, por este motivo, en muchas ocasiones forma parte de efectivas cremas despigmentantes o fluidos con grandes activos antimanchas.

Eso sí, debemos tener bastante paciencia, ya que únicamente obtendremos resultados visibles si somos muy constantes, incluso pasados 3 meses.

Por lo tanto, también podemos aclarar que el primer mito relacionado con esta vitamina es que causa sensibilidad y que únicamente debemos aplicarlo por la noche, siendo completamente falso.

La realidad es que puede aumentar la efectividad de nuestro protector solar, ya que eso si, siempre debemos utilizar este activo con un FPS 50 durante el día, para multiplicar así todos sus beneficios.

Sin embargo, como veremos en este post, no es el único mito que merodea a este ingrediente, así que te contamos todo lo necesario para facilitarte su uso y por supuesto, disfrutar de todos y cada uno de sus beneficios.

Cómo utilizar la Vitamina C cuando te expongas al sol

Una vez que hemos asumido la necesidad de utilizarla siempre formando parte de una formulación con un pH que no sea ácido toca hablar de cómo debemos usar estos productos no fotosensibles.

A veces, puede resultar un poco complicado saber si podemos utilizar una crema que contenga este ingrediente sólo revisando su composición.

Los expertos aconsejan enviar un email a la firma cosmética en cuestión para conocer si el pH del producto que nos disponemos a utilizar es neutro o en su defecto, ácido.

En el caso de que sea afirmativo y el pH sea similar al de nuestra tez, entonces el mejor momento para su aplicación será por la mañana, ya que así actuará como escudo frente a los daños ocasionados por agentes externos, como la polución.

Por otro lado, los rayos UV se encargan de destruir la Vitamina C presente en nuestros tejidos por lo que, cuanto más te expongas, más cantidad de este principio activo necesitarás.

Dicho esto debemos guiarnos por lo siguiente: siempre la utilizaremos justo antes de aplicar nuestro protector solar FPS 50.

En tejidos más jóvenes nos ayudará a protegernos de estos factores externos y en el caso de las pieles más maduras nos ayudará a prevenir la formación de manchas y ralentizar el proceso de envejecimiento cutáneo, vitando la oxidación celular.

Mitos y verdaderas acerca de la Vitamina C

vitamina c y sol mitos

Además de la sensibilidad que supuestamente este potente ingrediente contiene ante los rayos solares, existen otros mitos en torno a este activo, bastante frecuentes que nos gustaría desmentir.

Enseguida te los contamos:

La Vitamina C sólo se puede utilizar en determinados tipos de piel

Esto es falso, ya que este ingrediente podemos utilizarlo en diferentes tipos de pieles, como dermis más sensibles o pieles propensas al acné.

La clave está en utilizar un derivado que sea suave, como es el caso del O-Ethyl-Ascorbic acid.

También debemos ser conscientes del porcentaje incluido en la fórmula, ya que una concentración demasiado alta puede resultar irritante.

Por último, también será aconsejable introducir este activo de una forma progresiva, para ir preparando nuestra dermis a su tolerancia.

Todos los tipos de Vitamina C son iguales

La respuesta más rápida es no, aunque, en realidad se trata de una respuesta mucho más compleja que un sencillo verdadero o falso.

A menudo utilizamos el término Vitamina C de una forma general, pero en realidad, su forma más pura se conoce como Ácido Ascórbico.

La confusión se da en la cantidad de derivados que existen: O-Ethyl-Ascorbic acid, ascorbil fosfato de sodio, fosfato de ascorbilo de magnesio, ascorbato de sodio o tetraisopalmitato de ascorbilo, sólo por mencionar algunos.

Estos suelen ser mucho más estables, es decir, se oxidan a un ritmo mucho más lento, siendo más apropiados para el cuidado de la piel que las fórmulas que contienen su versión pura, es decir, el Ácido Ascórbico, la cual puede derivar en irritaciones.

Un porcentaje alto de Vitamina C es mucho mejor para la piel

¡Falso! Tal y como hemos mencionado un porcentaje alto de este ingrediente puede suponer un riesgo para la piel, ya que puede provocar molestias e irritaciones.

El porcentaje utilizado varia dependiendo del producto y está relacionado con su potencia, pero no es el único factor que influye en su eficacia.

Hay que tener en cuenta también otros factores como los niveles de pH, los ingredientes que se han utilizado en la formulación de forma conjunta o el tipo de Vitamina C que se ha utilizado.

Sobre esto último, mencionar que no todos los derivados de este activo funcionan del mismo modo como hemos señalado, ya que algunos no penetran en la piel de una forma sencilla.

A modo de resumen, algunos de estos derivados en porcentajes más bajos, pueden llegar a ser incluso más eficientes, si estos penetran de la forma adecuado en la piel y si se mantienen estables durante un mayor tiempo, más prolongado.

La Vitamina C no es compatible con otros principios activos

En este caso la respuesta puede ser falsa y verdadera a la vez, por lo siguiente:

Combina a la perfección con otros activos como es el caso de la Niacinamida, la Vitamina E o el Ácido Hialurónico.

Sin embargo, la situación se complica cuando se mezcla con otros ingredientes como es el caso de los AHAs (los Alfahidroxiácidos), los retinoides o los  BHAs (los Betahidroxiácidos).

Para hacer uso de estos principios activos de una forma conjunta lo ideal es consultar con un dermatólogo que sea de confianza y que te asesore bien para introducirlos de la forma correcta en tu rutina facial.

Sin embargo, te adelantamos que, para evitar molestias y ahorrar tiempo, se suele aconsejar utilizar esta vitamina en la rutina facial de la mañana y por la noche los AHAs y retinoides.

Creemos que tras la lectura de este post este tema sobre el uso de la Vitamina C y el sol, queda mucho más claro.

Aunque, además de leer y tener en cuenta esta información, lo ideal será visitar la consulta de un experto que te dé las pautas indicadas para hacer un buen uso de este maravilloso ingrediente y disfrutar así de todos los beneficios que puede sumar en nuestros tejidos.

vitamina c y rayos de sol

Disfruta de los beneficios de este ingrediente y cuida siempre tu piel, protegiéndola como es debido… ¡no te olvides de usar una buena protección solar a diario!, ¡es imprescindible!.

Acerca de la autora

Cristina García es analista de productos dermoestéticos y editora jefe en Beautyme. Su misión es proporcionar una visión objetiva, contrastada y basada en la investigación sobre la efectividad de los productos de belleza.

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