El aspecto de nuestra tez está muy condicionado por diferentes factores, como por ejemplo, el cansancio acumulado, las horas de sueño, el estrés o incluso, si llevamos una mala alimentación. Todos estos aspectos pueden ser determinantes, influyendo en el estado de nuestra tez.
Una de las claves principales, por no decir que es la principal, es llevar una rutina facial que sea completa para lograr un aspecto saludable y rejuvenecido, fresco y natural.
Para establecer una buena rutina facial lo primero que solemos tener en cuenta es realizar una buena limpieza y añadir buenos productos hidratantes, pero… ¿qué sucede entre un paso y otro?. Nos estamos refiriendo, por supuesto a la aplicación de un tónico facial.
Según diferentes estudios un 83 % de las españolas suele realizar una limpieza facial a diario, frente a un 35 % que reconoce utiliza tónicos faciales en su día a día. Cómo se puede comprobar, la diferencia es abismal.
La utilización de productos desmaquillantes tales como geles, agua micelar o aceites pueden alterar el pH y el equilibrio de la piel, por lo tanto es importante utilizar productos que se encarguen de volver a equilibrar el pH.
Es precisamente una de las funciones del tónico facial, pero no queremos adelantarte mucho más ya que en este post te contaremos qué es exactamente y para qué sirve, para que este producto deje de ser uno de los grandes olvidados y pase a tener el protagonismo que merece.
¿Qué es un tónico facial?
Por si no lo sabías, es mucho más que un simple producto con cualidades calmantes, ya que cuenta con diferentes funciones: consigue mejorar la hidratación, además de ayudar a eliminar las células muertas que aún permanecen en nuestro rostro tras la limpieza.
Tras tonificar tu rostro, a la vez, estás preparando tu piel para absorber el resto de cosméticos que añades en tu rutina de una forma eficaz. Nuestra dermis es un organismo muy complejo y necesita estar bien preparada para absorber mucho mejor los activos que añadimos en ella.
De una forma general, entre los activos más buscados que forman parte de estos productos destacan algunos extractos de algas, como sucede con el extracto de alga roja (Ahnfeltiopsis Concinna) o el extracto de MicroAlgas (Nannochloropsis Gaditana Extract), el Ácido Láctico o el Ácido Hialurónico,
Además, también podemos encontrar otros activos, con una gran presencia sobre todo en opciones caseras, como es el caso del Aloe Vera, el Agua de Rosas, el Aceite de árbol de té o la manzanilla, entre muchos otros.
Les caracteriza su textura líquida, que permite una absorción muy rápida.
¿Para qué sirve un tónico facial?
Quizás, deberíamos plantear esta cuestión de otro modo añadiendo… ¿para qué no sirve un tónico facial?. Cómo hemos comentado, un buen producto de este estilo debe contar con diferentes funciones.
Entre las principales, destaca su capacidad para hidratar y refrescar y sobre todo, estimular los mecanismos de defensa, reduciendo a su vez el tamaño de los poros, más dilatados.
Otra de las funciones principales es su capacidad para volver a equilibrar el pH, una vez que hemos realizado la limpieza del cutis, ayudando a mejorar y aliviar la sensación de tirantez y aportando una sensación amplia de suavidad.
Retira los restos de maquillaje, la suciedad y las impurezas que quedan atrapadas en los poros y que a veces, nuestro limpiador habitual no consigue eliminar del todo.
Además, ya que nos ayuda a nutrir, conseguiremos mantener nuestra tez bien hidratada de una forma natural.
Por si todo esto fuera poco, una de sus funciones más importantes es la capacidad que presenta para preparar nuestra dermis y lograr así que aproveche y absorba al máximo todos los activos que recibirá posteriormente por parte de los efectivos sérums que utilizaremos o las potentes cremas antiedad.
Tipos de tónicos faciales
No sólo será necesario incorporar este producto, sino que debemos tener muy en cuenta cuál es el que mejor se adapta a nuestras necesidades o mejor dicho, a las necesidades de cada tipo de piel. Pero, ¿sabes cuál será el más apropiado para ti?.
Lo primero y más aconsejable es echar un primer vistazo a los ingredientes que contiene, para saber así si son adecuados para nuestro tipo de dermis o no y en base a esto, decantarnos por una opción u otra.
En el mercado podemos encontrar diferentes opciones, pero te recomendamos que siempre utilices las opciones que sean más específicas para tu tipo de tez. Si cuentas con una tez normal o mixta, lo ideal es utilizar una opción refrescante.
O en el caso de contar con una dermis algo más sensible o seca, lo más apropiado es usar una opción suave, con la que tonificar y eliminar las impurezas.
De todos modos, nos gustaría mostrarte cuáles son las opciones más populares. En este sentido, puedes distinguir al menos cuatro tipos diferentes:
1. Tónico facial hidratante
Se recomienda sobre todo su uso para dermis más secas, en las que advertimos una necesidad extra de hidratación. Destacan activos como el Ácido Hialurónico o el extracto de almendra dulce.
2. Tónico facial calmante
Se aconseja su uso en pieles más sensibles y que cuentan con una tendencia especial a sufrir rojeces. Algunos activos con cualidades calmantes que podemos encontrar son el Agua Termal, el Aloe Vera y el Hamamelis.
3. Tónico facial astringente
Se aconseja sobre todo para pieles con tendencia acneica o pieles más grasas, ya que nos ayudará a cerrar los poros y mantener regulada la producción de sebo.
Este tipo suele contar con ingredientes como el Ácido Salicílico, el mentol o el limón.
4. Tónico facial revitalizante
Su uso está aconsejado para pieles maduras, ya que cuenta con la capacidad de mejorar los daños ocasionados por radicales libres e iluminar el rostro.
Algunos ingredientes revitalizantes son: la granada, el té verde o la Vitamina C.
¿Cómo se utiliza un tónico facial?
Una vez que hayas lavado bien tu rostro y aplicado tu limpiador facial correspondiente, el que suelas utilizar de una forma habitual, entonces, con el rostro seco, será el momento de aplicarlo. Puedes extenderlo de diferentes formas, pero nosotros te aconsejamos tres muy concretas:
- Lo utilizaremos realizando toquecitos muy suaves, añadiendo de una forma alterna movimientos circulares para que de este modo, circule mucho mejor la sangre en este área.
- Otra forma de extenderlo, en el caso de que cuente con una bruma o venga en formato spray, es rociarlo directamente sobre el rostro.
- Del mismo modo, también podemos aplicarlo únicamente con las manos, realizando presión con las palmas pero sin frotar, únicamente apoyándolas de una forma suave para que penetre en la piel en profundidad.
Ahora que sabes bien qué es un tónico facial, estamos convencidas que se convertirá en un producto indispensable en tu rutina, ¡asegurado!.