Del mismo modo que es muy importante prestarle atención a mantener una correcta hidratación interna, también debemos prestarle mucha atención a cómo mantenemos nutrida nuestra tez de una forma tópica.
Seguramente la primera forma de conseguir este propósito que se os pasa por la cabeza es eligiendo una buena crema hidratante, ¡muy acertado!.
Pero, aunque esta forma de humectar nuestra dermis sea de las más comunes y beneficiosas, no significa que sea exclusiva.
De hecho, comparte beneficios con otras recomendaciones que nos gustaría mostrarte en esta completa guía para hidratar tu piel.
Será importante que tengas en cuenta todos estos consejos que te mostramos a continuación, y sobre todo, desde ya te anunciamos que tocará ser muy constante para lograr los resultados esperados.
Pero, no te preocupes, si eres constante y sigues los consejos adecuados, tu piel lucirá perfecta, ¡lo prometemos!.
1. ¡Bebe agua!
Pero… ¡bebe el agua que tu cuerpo te pida!. Habrás leído en muchas ocasiones lo importante que es beber entre uno y dos litros de agua de una forma diaria, sin embargo, esto depende de cómo sea tu estilo de vida.
Por ejemplo, si sueles hacer mucho ejercicio, es muy muy probable que dos litros al día sea una cantidad insuficiente.
Contar con un vaso de agua cerca siempre o llevar siempre encima una botella ayuda mucho, ya funciona a modo de recordatorio, evitando que se nos olvide.
Si tu problema es que no te gusta beber agua, entonces, existen otras alternativas, como por ejemplo, beber infusiones, agua con limón… etc.
Cuando te inicies en esta práctica, te darás cuenta que tu tez estará más luminosa, hidratada y con un mejor aspecto. ¡Merece mucho la pena hacer un esfuerzo!.
2. Utiliza una crema hidratante apropiada
Como hemos comentado al iniciar el post una de las formas con más adeptas/os de mantener nuestra tez humectada es utilizando un buen fluido, que cuente con ingredientes filmógenos.
Se trata de un paso esencial, que del mismo modo debemos cuidar cada día. Lo primero que debes diferenciar es tu tipo de piel para elegir la crema humectante correcta.
A veces pensamos que contamos con un tipo de piel, sin embargo, por no consultar con un especialista, no elegimos el producto apropiado.
Por ello, si no tienes muy claro cuál es tu tipo de tez o qué crema debes elegir, consulta siempre con un experto, incluso si optas por elaborar tu propia crema casera.
3. Protege tu piel de los rayos del sol
La exposición constante al sol, puede potenciar que tu tez quede más deshidratada, por ello, sea la estación del año que sea, no olvides extender siempre un buen protector solar.
Otro de los puntos importantes a tener en cuenta es mantener bien protegida la piel de los rayos del sol utilizando un buen protector solar que cuente con FPS 50.
En los meses de verano será recomendable si o si utilizar un fluido que cuente con protector solar, ya que el calor hace que nuestros tejidos transpiren y pierdan humectación.
4. ¡Ojo con los desmaquillantes!
Hay muchos desmaquillante en el mercado que pueden llegar a resultar agresivos con nuestra dermis, que por ejemplo, cuentan con alcohol que puede favorecer la deshidratación.
Opta por opciones que sean más amables, con texturas cremosas o tipo aceite, que cuenten con ingredientes naturales y agentes humectantes como el aceite de girasol, el aceite de sésamo o el aceite de jojoba, entre otros.
Por otro lado, ten en cuenta que dormir con maquillaje será siempre una mala idea, por ello, antes de irte a dormir no olvides retirarlo.
5. Incorpora en tu rutina facial mascarillas hidratantes
No se trata de una recomendación que debamos llevar a cabo a diario, así que no tenemos excusa.
Sólo debemos aplicar una mascarilla nutritiva cada 15 días y podemos comprarla o realizarla de una forma casera.
De hecho, cuanto más naturales sean… ¡mejor que mejor!.
6. Duerme bien
Junto con beber agua a diario, otras de las recomendaciones que nunca faltan entre los consejos de belleza es dormir bien.
Pero aún nos gustaría seguir insistiendo, ya que el sueño juega un papel crucial en la recuperación de nuestro sistema inmunitario, afectando directamente a la producción de colágeno.
Por ello, es imprescindible que duermas como mínimo 8 horas diarias.
7. Aliméntate de forma saludable
Parara crear nuevas células en nuestros tejidos y mantenerlos nutridos, es esencial llevar una dieta que sea equilibrada, variada en vitaminas, ácidos grasos y proteínas.
Destaca la acción de los flavonoides y betacarotenos que podemos encontrar en alimentos como la avena, el chocolate negro, la naranja, el aguacate, el kiwi, el tomate, el pepino, los frutos rojos o las nueces.
8. ¡No al tabaco y al alcohol!
¿Te resulta familiar esta recomendación verdad? De hecho no es nada nuevo, pues ya sabemos de sobra que tanto el tabaco como el alcohol son grandes enemigos de nuestra dermis.
La nicotina actúa provocando la contracción de los vasos sanguíneos, provocando la acumulación de sustancias nocivas y disminuyendo el flujo sanguíneo.
Del igual modo, altera las proteínas de los queratinocitos, contribuyendo al mantenimiento de la barrera cutánea, acelerando el estrés oxidativo de nuestras células.
9. Sé constante
La última recomendación, pese a que pueda parecer bastante obvia, también es muy importante: se trata de la constancia.
Muchas veces, por falta de tiempo descuidamos los cuidados que debemos realizar a diario, por ejemplo, no tomando la cantidad de agua adecuada, no eliminando el maquillaje a diario o no utilizar un protector solar o la crema hidratante.
Estos descuidos, poco a poco van restando humectación a tu piel, algo que no se aprecia mucho cuando aún somos jóvenes, pero que se va acentuando a medida que vamos cumpliendo años.
Por lo tanto, será muy importante empezar lo antes posible con una buena rutina y seguir uno a uno todos los consejos que te he hemos propuesto a lo largo del post y ser así toda una experta o experto en cómo debes hidratar tu piel, de la forma correcta.
En resumen, no olvides ser constante y recuerda que la piel de nuestro rostro es muy delicada y siempre está expuesta ante los agentes externos, ¡cuídala correctamente!.