Con el paso de los años no solo debemos cambiar nuestro estilo de vida, sino que también es fundamental modificar nuestra rutina facial.
Nuestra piel cambia constantemente y llegados a la madurez necesitaremos diferentes activos antiedad, que hace unos años sencillamente, nuestra tez no nos pedía.
Y no nos referimos únicamente al uso exclusivo de una buena crema antiedad, que obviamente será crucial en esta etapa de entrada en la madurez, sino que debemos incorporar otra serie de productos cosméticos que se convertirán en tus nuevos imprescindibles.
Será muy importante observar y comprender bien las nuevas necesidades de nuestra piel e incorporar productos antiarrugas específicos.
Algunos signos de envejecimiento son mucho más visibles y evidentes durante estos años, así que saber identificarlos nos ayudará a mejorarlos.
Nos gustaría ayudarte, añadiendo algunos signos de envejecimiento más evidentes durante esta etapa. Son los siguientes:
- Nuestro rostro está más apagado y cuenta con menos densidad, menos volumen.
- El tono es desigual, apareciendo algunas manchas en tono oscuro, irregulares.
- La piel luce con menos elasticidad y la piel de nuestro rostro está más flácida.
- Las arrugas y las líneas de expresión son más evidentes y están mucho más pronunciadas.
Dada nuestra experiencia, nos gustaría ayudarte para que conozcas a la perfección que rutina facial debes seguir a partir de los 40 años, una etapa llena de madurez personal, en la que puedes embarcarte con una piel cuidada, siguiendo los pasos que te proponemos en este post.
Eso sí, como bien hemos comentado la piel cambia y será imprescindible en estos años reajustar los productos que solemos utilizar a diario, analizando de una forma más rigurosa qué productos antiedad recomiendan los especialistas y qué activos concretos nos toca añadir o dejar de lado.
Ya que esta etapa sentará de algún modo las bases del estado de nuestra tez en los años venideros, una de nuestras primeras intenciones debe ser la de enfocar bien los cuidados faciales hacia la producción de elastina y colágeno, que en estos años se va degradando y perdiendo, poco a poco.
Pero no te preocupes porque en este post vamos a desvelar uno a uno todos los pasos que debes seguir para que sepas cuidar en esta etapa tu tez tal y cómo se merece, porque una piel madura, con algunas arrugas y líneas de expresión, también puede lucir saludable y bonita.
Tras conocer cuál son los signos de la edad más importantes, ahora toca conocer cuál es la rutina facial que debemos llevar. Te contamos todos los pasos que debes seguir enseguida.
1. Utiliza un buen limpiador facial
Es la base, el pilar de toda rutina facial: nos referimos a la limpieza. En este primer punto, será igual de importante el modo en que la realizamos como los productos que utilizamos.
Nos referimos, por ejemplo, al hecho de limpiar nuestro cutis las veces necesarias de una forma exclusiva y no excedernos, ya que créenos, lo último que querrás es que tu barrera cutánea quede dañada o expuesta en esta etapa en la que tu piel puede mostrarse más vulnerable.
Es esencial utilizar un limpiador facial que sea suave y acorde a nuestro tipo de piel, con el que eliminar las suciedades e impurezas que se encuentran dispersas en nuestro rostro.
No olvides que en estos años, de una forma general, nuestra tez se vuelve algo más sensible y seca. Si cuentas con una tez muy deshidratada, te aconsejamos utilizar un limpiador que tenga una textura más cremosa, como por ejemplo, una leche limpiadora.
Utilízalo dos veces al día, tanto por la mañana como por la noche. Además, también será una idea muy acertada realizar una doble limpieza, es decir, utilizando en primer lugar un aceite limpiador y finalizar con agua micelar.
Así nuestros tejidos quedarán limpios e hidratados y nuestra barrera cutánea bien protegida, evitando así que los factores externos la dañen y los signos de la edad continúen avanzando.
2. Usa un exfoliante facial (dos veces en semana)
El momento de utilizar exfoliantes faciales ha llegado. Tras muchos años dejando de lado su uso, a partir de los 40 será esencial eliminar las impurezas que se van sumando a diario en tu piel.
Pero ojo, que no todo vale, del mismo modo que utilizamos cremas de farmacia antiedad, también debemos preocuparnos de utilizar un exfoliante muy concreto.
En estos años la piel se vuelve más fina y delgada, por lo que debemos evitar el uso de exfoliantes que sean demasiado abrasivos, porque nuestros tejidos pueden tornarse más delgados.
Exfoliar la piel de una forma regular, dos veces a la semana será lo ideal, ya que de este modo lograremos estimular la circulación y transportar nutrientes y oxígeno en la piel.
También será interesante incorporar productos antimanchas de calidad para mejorar y unificar el tono de la piel.
3. ¡No olvides usar un buen sérum facial!
Nuestros tejidos resplandecen cuando los niveles de estrógenos son mayores. Durante esta etapa comienzan a disminuir, afectando de una forma natural a la luminosidad de nuestro cutis.
Además, nuestra piel produce menos sebo, exponiéndose a diferentes agresores ambientales como la contaminación o los rayos del sol.
Por lo tanto, se aconseja incorporar un sérum de calidad que sea muy rico en antioxidantes, como la Vitamina C o en estimulantes de colágeno y elastina.
Además, la producción de Ácido Hialurónico también disminuye, así que intenta que este activo no falte en el sérum que elijas para tu rutina diaria.
Otro de los activos de obligada mención es el Retinol, un antiage esencial, que utilizado de la forma correcta puede suponer un verdadero antes y después en nuestra tez.
Antes de utilizar un sérum que contenga Retinol, hay que desarrollar poco a poco la tolerancia a este activo, es decir, hay que comenzar con su uso poco a poco.
Puedes comenzar con un porcentaje de 0,3 % utilizándolo una o dos veces a la semana, pasar a continuación al 0,5 % y al 1 % una vez que tu tez esté lista, pero no en las primeras aplicaciones.
Dicho esto, no olvides que también tienes la opción de complementar dos sérums diferentes, uno por la mañana, por ejemplo, con Vitamina C y otro por la noche, con activos antiedad más específicos.
¡Asegúrate de que el sérum por el que decantas cuenta con activos en los porcentajes correctos!.
4. Aplica una una crema facial
Tras extender el sérum, ha llegado el momento de aplicar una buena crema facial hidratante repleta de activos, para sellar así todas las propiedades del sérum.
Te aconsejamos durante el día decantarte por ingredientes emolientes y buenos hidratantes, como el colágeno, el ácido hialurónico o el aloe vera.
Por la noche, lo ideal será utilizar una crema facial con activos para pieles maduras, es decir, activos antiage. Incluso, si te animas, puedes optar por hacer tu propia crema antiage casera.
Gracias a su uso constante conseguirás suavizar y nutrir la piel. Aplícala siempre justo antes de extender el protector solar.
5. Usa un protector solar SPF 50 +
Aunque veas el sol brillar, no te confíes porque el uso del protector es un imprescindible… ¡cada día!.
El sol nos regala un aporte extra de Vitamina D, pero si quieres disfrutar de sus beneficios es necesario y obligatorio aplicar un protector solar todos los días.
Asegúrate que sea un protector de amplio espectro y sea SPF 50 +. Si estás al aire libre repite su aplicación cada dos horas, sobre todo en los meses de verano.
6. Regálate masajes faciales antiedad
Se sabe que a partir de los 40 años el sistema linfático comienza a desacelerarse, así que podemos acumular un mayor número de toxinas, notando una mayor hinchazón en la zona de las mejillas y el contorno de ojos.
Trata de masajear tu tez todas las noches, incluyendo estos masajes como un último paso antes de dormir.
Utilizaremos las yemas de los dedos para realizar un masaje muy suave, mejorando así la circulación sanguínea.
7. Lleva un estilo de vida saludable
Como bien sabrás, estas recomendaciones no son sólo específicas para esta etapa vital, sino que se trata de un consejo vital, que debemos tener en mente siempre.
Os recomendamos lo siguiente:
- Beber dos litros de agua como mínimo, cada día.
- Dormir entre 7 u 8 horas.
- Comer de forma saludable, añadiendo alimentos integrales, frutas y verduras y reducir el consumo de sal.
- Realizar ejercicio de una forma regular.
Todas estas premisas favorecerán que tu piel luzca más saludable y rejuvenecida, ya que cuidarse por dentro siempre se refleja de forma positiva en nuestro aspecto físico.
8. Combina tu rutina facial con tratamientos estéticos (Paso opcional)
Como hemos indicado, se trata de un paso opcional, aunque, al tratarse de una posibilidad a que podemos recurrir, nos gustaría mostrarte que alternativas estéticas son las más populares en la actualidad.
Las más demandadas son:
- Las infiltraciones de Ácido Hialurónico y Colágeno: ayudan a mejorar de una forma visible el volumen perdido de la piel, mostrándose mucho más tersa y rejuvenecida. Además, también mejorando el tono de las manchas y aportan una mayor elasticidad.
- La radiofrecuencia: es otro de los tratamientos demandados, con el que conseguiremos estimular la producción de elastina y colágeno.
Para finalizar, si te estás preguntando si la edad está relacionada con tener o no una piel con aspecto maduro, podemos decirte que es algo muy relativo.
Se trata de una situación bastante compleja, ya que los signos de la edad sean más o menos visibles están relacionados con diferentes factores, como es el caso de nuestra genética.
Además, también influyen los cuidados que hemos realizado años anteriores, nuestro estilo de vida.. ¡todo va sumando!.
Seguramente, si desde los 20 años has cuidado tu piel a conciencia, es probable que envejezcas de una forma más amable.
Sin embargo, aunque es importante lo que hayamos construido en estos años atrás, también será muy importante los pasos que demos ahora, en el presente.
Siguiendo esta rutina facial para cuidar la piel a partir de los 40 años, lograrás una piel saludable y cuidada y de cara al futuro, será una forma forma de prevenir que los signos de envejecimiento empeoren.
Tal y como dice el dicho popular: siempre será mejor prevenir que curar.