Seguramente hayas oído hablar de los beneficios que puedes obtener con la ayuda de este activo o quizás, algún conocido cercano, tras probarlo te haya recomendado su uso.
No es de extrañar, ya que es uno de los grandes activos antiedad del momento, aunque, a diferencia de otros activos antiage, es importante conocer bien a fondo qué es, para que sirve y cómo se usa el Retinol.
Especialmente, como verás en este post, nos detendremos sobre todo en la forma de utilizarlo, porque, como sucede con muchos ingredientes, la falta de conocimiento puede acarrear molestos efectos secundarios.
Sin embargo, no os preocupéis porque haciendo uso de este activo de la forma correcta, únicamente podréis amarlo hasta que la muerte os separe.
Gracias a sus interesantes propiedades antiage forma parte de muchas cremas antiarrugas de calidad que podemos incluir en nuestra rutina facial anti-envejecimiento, aunque insistimos en la importancia de conocer las propiedades que dan forma a este popular activo.
No desesperes, porque, a modo de guía, enseguida te contamos punto por punto todo lo que necesitas conocer.
¿Qué es el Retinol?
Se trata de uno de los compuesto activos de la conocida Vitamina A, razón por la que a veces podemos encontrarlo como Vitamina A preformada.
Suele formar parte de cosméticos de sérums antiarrugas o cremas antiedad, e incluso puede formar parte de contorno de ojos, entre otros.
Al tratarse de un ingrediente cosmético antiedad, tiene la finalidad de mejorar las arrugas, pero no será el único beneficio que obtendremos.
También se encarga de difuminar manchas oscuras en la piel y otras imperfecciones y lo mejor, es que además de mejorar la apariencia de nuestra tez también consigue aumentar de una forma natural la producción de colágeno y reducir la producción de melanina, consiguiendo así un rostro mucho más radiante y firme.
Tiene la capacidad de penetrar en las capas más profundas de nuestra tez, consiguiendo de este modo muy buenos resultados, aunque, del mismo modo ofrece muy buenos resultados y cuidados en las capas superficiales de la piel.
Se obtiene de una forma natural porque está presente en nuestros tejidos. Una de sus fuentes principales durante muchos años ha sido de origen animal, ya que el Retinol se encuentra en el hígado de los animales.
Sin embargo, por suerte, en la actualidad encontramos alternativas vegetales, más éticas y sostenibles. Estas opciones vegetales suele extraerse de frutas y verduras.
No debemos confundirlo con el Ácido Retinoico, ya que aunque formen parte de la misma familia, los retinoides, se trata de sustancias con propiedades diferentes.
El Ácido Retinoico se trata de un retinoide activo y se produce cuando la Vitamina A se oxida, siendo el momento en el que aparece este ácido con una forma química muy efectiva, pero por contrapartida, con mayores efectos secundarios y adversos para la piel.
En esta misma familia, de los retinoides, encontramos los ésteres de retinol o el retinaldehído.
¿Para qué sirve el Retinol?
La fama precede a este activo cosmético, con numerosos estudios ciéntificos, médicos a su espalda, que avalan su eficacia. Se encarga de mejorar los signos de la edad más comunes y visibles en nuestra tez, que se acentúan con el paso de los años, dando paso al envejecimiento cutáneo.
Está demostrada su capacidad para mejorar la tersura y la textura de la piel, además de unificar el tono, ya que cuenta con un potente efecto despigmentante con el que eliminaremos las manchas producidas por acumulación de melanina. En resumen, cuenta con los siguientes beneficios:
- Mejora visiblemente las arrugas.
- Difumina y mejora las manchas.
- Unifica el tono de la piel.
- Es un buen tratamiento anti-acné.
- Consigue reducir las imperfecciones.
- Aumenta en nuestra dermis la producción de colágeno.
- Reduce la producción de melanina.
- Mejora la luminosidad.
- Conseguiremos rejuvenecer el rostro.
Este activo se utiliza como ingrediente cosmético desde hace más de 35 años, empleándose en sus inicios como tratamiento para el acné. Tras demostrarse su eficacia como agente regenerador se incorporaron sus beneficios como tratamiento antimanchas y antiarrugas.
Respecto a su funcionamiento o cómo actúa en nuestra piel, se conoce que este principio activo penetrar de una profunda en las capas de la piel, ya que cuenta con un peso molecular muy ligero.
Su ligereza molecular hace que penetre en las capas más profundas de nuestros tejidos para regular la producción de melanina, ácido hialurónico o colágeno.
Uno de sus grandes beneficios es la capacidad que tiene para mejorar el proceso de renovación celular, a la vez que mejora las capas externas de la piel, eliminando así la piel muerta y las impurezas de una forma más rápida, dotando a nuestra tez de una mayor luminosidad.
Cómo usar el Retinol: guía completa
Consejos que debemos tener en cuenta previamente
Antes de utilizar este ingrediente cosmético tan popular debemos tener presentes una serie de aspectos que serán cruciales y determinantes en la experiencia que tengamos con el activo. Se trata de lo siguiente:
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Sigue las recomendaciones de un profesional
No se aconseja su aplicación de forma libre, es decir, siempre debemos seguir un asesoramiento que sea cualificado. Por este motivo debemos evitar utilizarlo al azar, sin conocer qué dosis debemos usar.
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Utilízalo de forma progresiva
Un principio básico, cuando comenzamos a utilizar este activo es utilizarlo de una forma progresiva, es de decir, hay que aplicarlo de una forma gradual, empezando siempre con bajas concentraciones y observando cómo la piel reacciona.
Es muy habitual que en las primeras ocasiones notes una sensación de incomodidad, un leve picor o enrojecimiento, hasta que la piel se acostumbre, evitando siempre el contorno de los ojos.
Para utilizarlo de forma progresiva, se aconseja seguir los siguientes pasos:
- Al inicio de su aplicación, es decir, en las dos primeras semanas de uso, lo iremos aplicando cada 3 días, es decir, un total de 2 veces en semana.
- Una vez llegamos a la tercera y la cuarta semana, dependiendo de cómo responda la piel de nuestro rostro en esta primera fase, entonces pasaremos a utilizarlo cada 2 días, un día si y otro no.
- Llegados a la quinta y sexta semana nuestra piel debe estar acostumbrada a su uso, por lo que podremos pasar a utilizarlo todos los días.
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Revisa su uso conjunto con otros activos
Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta es conocer con qué activos podemos utilizarlo conjuntamente en una misma rutina y cuáles debemos mantener alejados.
Por ejemplo, si utilizamos un fluido antiedad que contenga Retinol no será buena idea utilizar también Vitamina C de forma conjunta.
De igual modo ocurre con su uso conjunto con el Ácido Glicólico, ya que al tratarse de una sustancia exfoliante en porcentajes elevados, puede resultar muy perjudicial para la piel.
Sin embargo, también puede darse el caso de encontrar un buen producto antiedad que contenga estos activos de una forma conjunta, es decir, en una misma formulación.
En estos casos, se habrá estudiado de una forma previa, detenidamente los porcentajes en los que estos activos deben encontrarse, para que no causen así molestias o problemas en la piel.
De todos modos, es bastante subjetivo, porque siempre dependerá de cómo sea nuestra piel, siendo fundamental conocer todas sus necesidades.
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Se debe utilizar por la noche
Está comprobado que nuestra piel lo asimila mucho mejor en rutinas nocturnas. Lo ideal sería utilizarlo por la noche y durante la mañana incluir un fluido con Vitamina C, ya que ambos activos se complementan, mejorando así su efectividad.
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Utiliza protector solar
Quizás se trata de uno de los puntos más importantes, ya que de nada sirve que utilices este principio activo de una forma correcta si, tras aplicarlo no proteges bien tu piel. Lo mejor es que utilices un SPF 50 +.
Pasos para utilizarlo de una forma apropiada
Lo primero que debemos tener muy en cuenta es que se trata de un ingrediente que debemos incluirlo en nuestra rutina por la noche.
Que debamos incluirlo por la noche tiene su explicación: es muy sensible a la luz de los rayos del sol, pudiendo estropearlo o desactivar sus activos. En cuanto a los pasos para incluirlo en nuestra rutina, te los mostramos enseguida:
- Limpia bien el rostro, utilizando un limpiador facial que sea acorde con tu tipo de piel. A continuación, enjuaga muy bien el rostro y seca tu piel, evitando así que queden rastros u humedades. Puedes esperar unos 30 minutos para evitar que, debido a la fricción, tu rostro se irrite.
- En este segundo paso es el momento de aplicar el activo, utilizando una pequeña cantidad, como el tamaño de un guisante y extenderla para que quede una capa fina.
- Evita cubrir la zona del contorno de ojos, sin que llegue a la zona de las mucosas, ya que son áreas muy delicadas.
Siguiendo de una forma constante estos pasos reduciremos los riesgos de sufrir problemas en la piel. Además, también te tocará ser constante para ver resultados visibles ya que se suele decir que… ¡hasta pasados 3 meses no se aprecian sus beneficios!.
El método Sandwich, el más apropiado para pieles sensibles
Si no has oído hablar de esta técnica te interesa saber que es la más utilizada en las pieles delicadas y sensible.
Se trata de una forma muy concreta de utilizar este ácido, ya que lo extenderemos mediante capas. Se recomienda en primer lugar aplicar un fluido hidratante, continuar con el Retinol y finalizar de nuevo, con una capa del fluido hidratante.
De este modo conseguiremos envolver y enmascarar este ácido, para evitar así que no penetre de una forma más profunda o tan directa y su impacto o efectos secundarios sea menos.
Según aseguran los expertos, aplicarlo siguiendo esta técnica no reduce su efecto, sino que conforme va pasando el tiempo nuestra tez se va acostumbrando.
La idea es ir reduciendo poco a poco esta técnica, para ir progresivamente pasando a utilizar el activo por sí solo. Además de tener en cuenta este técnica, también te aconsejamos que investigues sobre el Backuchiol, que se trata de una alternativa vegetal con los mismos beneficios de este ácido, pero pensado para las pieles más delicadas.
Preguntas frecuentes sobre el Retinol
Para terminar este post, nos gustaría solventar alguna de las dudas más frecuentes que suelen presentarse antes de utilizar este ácido tan conocido.
Estas dudas, en muchos momentos a todas/os nos han rondado la cabeza, así que ha llegado el momento de tener bien clara la respuesta y así poder hacer uso de este ingredientes sin problemas ni complicaciones.
¡Comenzamos!.
¿Puede llegar a producir quemaduras solares?
Al tratarse de un ingrediente especializado en exfoliar la piel, puede causar una mayor sensibilidad, pero esto no significa que pueda llegar a provocar quemaduras en el rostro, siempre y cuando lo protejamos bien.
¿La mejor forma de protegerlo? Utilizando un protector solar que cuenta con FPS 50. Además, no olvides utilizarlo por la noche y en el caso de utilizarlo por la mañana, ¡siempre con protección solar!.
¿Causa irritaciones en la piel?
Si comienzas a hacer uso de este agente antiedad es frecuente que observes cierto enrojecimiento en el rostro, siendo completamente normal. Por ello, es muy importante que lo vayamos incluyendo en nuestra rutina poco a poco, de forma progresiva.
En el caso de que el rostro se irrite mucho, de una forma exagerada, entonces, lo mejor será no volver a repetir su uso y visitar la consulta de un especialista cuanto antes.
¿Si lo uso todos los días sus resultados pierden eficacia?
Es una creencia popular pensar que si utilizamos este ingrediente cada día dejará de hacer efecto, sin embargo, lo que sucede en realidad es que de primeras los resultados son más drásticos y visibles y conforme lo vamos utilizando, son más progresivos, menos evidente. Pero, ni mucho menos significa que el activo de funcionar correctamente.
Esto es muy común con los tratamientos cosméticos en los que nos iniciamos, de primeras vemos resultados de una forma más obvia, pero a medida que continuamos con el tratamiento, en realidad estaremos manteniendo estos beneficios y logrando que trabajen en nuestra piel cada día, poco a poco, para seguir mejorando el estado de la piel.
¿El Retinol sólo mejora las arrugas?
Es cierto que se trata de un maravillo ácido antiage, pero es ideal para mejorar cualquier signo de la edad o envejecimiento prematuro. Se recomiendo especialmente su uso antes de que estos signos de la edad sean más evidentes, ya que así conseguiremos frenarlos y prevenirlos.
¿Podemos utilizarlo durante el embarazo?
Se desaconseja su uso por completo tanto en los meses de embarazo como de lactancia. El Retinol cuenta con una absorción percutánea amplia por lo que puede llegar al torrente sanguíneo.
Lo ideal en estos casos es sustituirlo por el mencionado Bakuchiol, una opción segura para el bebé, tanto en el embarazo como, durante la lactancia.
¿Qué alimentos son ricos en Retinol?
Hay muchos alimentos que pueden regalarnos pequeños porcentajes de este activo, aunque se trate cantidades ínfimas que debemos complementar con un aporte extra.
De todos modos, no será una mala idea incluir estos alimentos en nuestra dieta, ya que todos ellos nos aportan interesantes beneficios y lo mejor… ¡son muy saludables!.
- Frutas: ciruelas, melón, mandarinas, duraznos, mango, plátanos o toronja rosada.
- Verduras: batata, tomate, espinacas, calabaza, pimiento rojo, coliflor, hojas de mostaza, acelgas, brócoli, acelgas, lechuga romana y escarola.
Ahora que conoces qué es, para qué sirve y cómo se usa el Retinol, desde hoy mismo puedes comenzar a incorporarlo en tu rutina, aunque no olvides seguir siempre las indicaciones de un especialista y… ¡cuida mucho tu piel, de una forma saludable!.
